Cuidados básicos del contorno de ojos
El ojo está compuesto por un complejo entramado muscular y una piel muy
delgada y débil, poco irrigada y peor desintoxicada. Esta peculiar combinación
explica la aparición de los defectos típicos del contorno de los ojos: las
ojeras, las bolsas y las arrugas
.
LO QUE DEBES SABER
·
El cuidado cosmético del contorno de los ojos debe ser prioritario a partir
de los 25 años para mantener la piel elástica y mitigar, o
si es posible evitar, las ojeras, las bolsas y las arrugas.
·
Los cuidados esenciales son: una limpieza rigurosa pero suave, y una buena
hidratación y nutrición.
·
Los cosméticos deben aplicarse en pequeñas cantidades de producto (gotitas
como granos de arroz) en las zonas donde acaba el hueso alrededor de la órbita
ocular.
El ojo, composición
peculiar
El ojo está compuesto por más de 22 músculos que son los responsables tanto
del parpadeo que se produce unas 10.000 veces al día para mantener hidratado el
ojo, como de entornar los ojos cuando la luz nos molesta, entre muchos otros
gestos más.
Por contraste, este complejo entramado muscular se encuentra recubierto de
una piel extremadamente frágil. La piel de esta zona tiene una epidermis muy
delgada, de tan sólo 0,35 a 0,5 mm de grosor (la cuarta parte de la de la
barbilla y la décima de la de los talones), con escasas glándulas sebáceas y
sudoríparas. Es una dermis con una irrigación sanguínea y linfática que
funciona a medio gas y de forma diferente entre el día y la noche. A su vez,
las fibras de colágeno y elastina de la dermis son menos compactas que en otras
partes del rostro, y la hipodermis, entre la dermis y el músculo, es también
muy delgada y apenas tiene grasa.
Esta combinación peculiar de máxima contracción muscular junto con una piel
muy delgada y débil, poco irrigada y peor desintoxicada explica, en gran parte,
la aparición de los defectos típicos del contorno de los ojos: las ojeras, las
bolsas y las arrugas.
Protocolo de actuación
La piel del contorno de los ojos es la zona más sensible del rostro. Se
reseca muy fácilmente puesto que tiene poca emulsión natural de cobertura y, a
la vez, está muy expuesta a los elementos atmosféricos (el sol, el frío y el
viento) y a los compuestos contaminantes (el humo y la polución). En este
sentido, el cuidado cosmético del contorno de los ojos debe ser prioritario en
cualquier persona, a partir de los 25 años, para mantener la piel elástica y
mitigar, o si es posible evitar, las ojeras, las bolsas y las arrugas. Así
pues, los ojos requieren:
Limpieza rigurosa pero suave: para arrastrar el rímel de las pestañas, se utilizarán productos con un predominio graso, con los que se empapará un algodón y se limpiará la pestaña siempre desde la raíz, hacia el exterior. Los párpados se limpiarán con una emulsión o loción limpiadora que sirven para toda la cara, evitando utilizar emulsiones densas y perfumadas que pueden irritar los ojos.
Hidratación y nutrición: el contorno de los ojos necesita preparados muy ligeros, en forma de emulsión o gel, muy evanescentes, que se absorban inmediatamente al ponerlos sobre la epidermis.
Limpieza rigurosa pero suave: para arrastrar el rímel de las pestañas, se utilizarán productos con un predominio graso, con los que se empapará un algodón y se limpiará la pestaña siempre desde la raíz, hacia el exterior. Los párpados se limpiarán con una emulsión o loción limpiadora que sirven para toda la cara, evitando utilizar emulsiones densas y perfumadas que pueden irritar los ojos.
Hidratación y nutrición: el contorno de los ojos necesita preparados muy ligeros, en forma de emulsión o gel, muy evanescentes, que se absorban inmediatamente al ponerlos sobre la epidermis.
Además, la manera de aplicar los cosméticos tratantes también es diferente.
Deben ponerse pequeñas cantidades de producto (gotitas como granos de arroz)
que se aplicarán en las zonas donde acaba el hueso alrededor de la órbita
ocular, tanto por debajo como por encima del ojo. Como son productos que se
absorben muy bien no es necesario masajear para conseguir su penetración; como
mucho se darán unos toquecitos con la yema de los dedos y siempre desde el
ángulo interior hacia afuera, que es como mejor se activa la circulación de la
zona. Nunca se pondrá la crema o el gel directamente sobre los párpados ya que
se podrían inflamar por una excesiva absorción de agua.